
Trekking Kalaw lago Inle ,tristeza y alegría
Después del apetitoso desayuno que nos preparó el joven aprendiz de guía que nos acompañaba toda la travesía y despedirnos con mucha tristeza de la familia Danu que nos acogió y de los habitantes de la aldea, continuamos nuestro periplo , rumbo al trekking Kalaw Lago Inle.
El paisaje no cambiaba mucho , pero si el terreno ,que dejó de ser un barrizal y de transcurrir por caminos a , trasladarnos por pequeños senderos y arrozales.
Como en la primera jornada, la vida rural , se manifestaba en todo momento en este segundo día de trekking Kalaw Lago Inle.
Este recorrido es imprescindible que ver en Myanmar.

Paisaje de ensueño del trekking kalaw-Lago Inle
La vida en esta zona de Birmania, es dura y laboriosa y requiere de grandes esfuerzos a diario, pero parece que para los habitantes del lugar era como si realizasen la mejor tarea del mundo.
Ajenos a otro tipo de vida, la sonrisa de su rostro y la cara de muchos ancianos, nos dejaban ver que la felicidad estaba mas presente que la tristeza y que la mayor parte de su vida eran felices.

Trabajando la tierra
Con pocas cosas materiales y nada mas que una cabaña de bambú, disponen de todo lo necesario para vivir alegremente , salvo el tema sanitario , que realmente si es un problema.
Se nos pasó muy rápida la mañana, disfrutando del paisaje que nos envolvía e interactuando con los lugareños que nos cruzábamos

Recogiendo arroz
Aprovechamos para conocernos mas todos los que formábamos el grupo incluido Mug Zan , con el que no paramos de hablar y cotillear.
Realmente , el tiempo se pasó volando en este segundo día de Trekking Kalaw Lago Inle y cuando nos dimos cuenta, habíamos llegado al monasterio donde haríamos el alto para comer.

Joven monje en Trekking Kalaw-Lago Inle
Este monasterio, al mas puro estilo tibetano, estaba lleno de jóvenes monjes , que ante nuestra presencia , querían hacerse notar.
Nos pudimos hacer fotos con ellos y ver de cerca su día a día. La vida de estos chiquillos, es bastante dura y porque no decirlo aburrida, llena de disciplina y obligaciones que les impiden ver de cerca , la niñez por la que están pasando.

Monasterio budista
Aun así, dentro de que es una vida que dista mucho de la que debe tener un niño o adolescente, tal y como está el panorama político en Myanmar, por lo menos no deambulan por las calles, ni sufren limpiezas étnicas y cada día tienen para comer.
Los monasterios en Myanmar , son lugares donde puede entrar cualquier vecino de la localidad y realizar sus oraciones, charlar con el monje, arreglar el complejo y echar una mano en todo lo que uno quiera para la buena conservación del templo.
Justo en frente de este monasterio ,habían unos vecinos del pueblo,pescadores y agricultores, elaborando cestas y utensilios de mimbre
Gustosamente posaron para nosotros y uno a uno fuimos fotografiándolos ante la risa y curiosidad del resto .

Elaborando sus herramientas
Pronto íbamos a comer , pero antes decidimos hacer una foto grupal ,para inmortalizar nuestra experiencia juntos.
Llego la hora de la comida y , todos bastante cansados , la esperábamos con ansia , así que ya , en la parte interior del monasterio, disfrutamos de unos platos impresionantes , bajo un gran influjo budista.
Después de comer, no podíamos perder tiempo , ya que el tiempo se nos tiraba encima y si oscurecía en mitad del trayecto tendríamos un problema.
El paisaje que nos rodeaba , seguía siendo espectacular , así como a los lugareños que nos tropezábamos en el camino, que como siempre, nos mostraban la mejor de sus sonrisas.

Mujer expectante ante nuestra presencia
Hombres y mujeres de todas las edades, que desarrollaban sus labores diarias en el campo, nos saludaban y curioseaban a nuestro paso, mientras nosotros , solo podíamos hacer que disfrutar de la grandeza de Myanmar.
Jamás olvidaremos el colorido que vimos en este trekking Kalaw-Lago Inle.
La inmensidad de los campos y plantaciones que íbamos dejando atrás , daban señas de la mucha vida rural que hay en Birmania y del mucho trabajo que tienen que hacer , cada jornada estos campesinos

Terrazas de arroz
Maravillados por el entorno y nuestras conversaciones, apenas nos dimos cuenta y sufrimos este tramo del camino y cuando quisimos darnos cuenta, ya habíamos llegado al lugar donde pernoctaríamos , esa segunda noche.
El monasterio , que sería nuestro alojamiento esa noche, estaba ubicado en un valle precioso , rodeado de montañas y donde el poblado mas cercano estaba a unos 2 kilómetros.

Nuestro alojamiento
Desde hace unos años , los guias que hacían excursiones por esta zona, le sugirieron la posibilidad al Monje de este monasterio, de acoger a viajeros extranjeros, durante el trekking hacia Inle.
Lógicamente el monje , a cambio de dinero , aceptó. Para el viajero es una experiencia inolvidable y porque no decirlo mística , así que la vanidad del monje no es lo principal.
[fresh_alert color=»yellow»]En el trekking está incluida la noche y la comida etc… pero aun así el monje y seguramente vuestro guía os dirán que antes de iros dejeis alguna donación para el monasterio. Lo que ocurre que el precio de la donación lo ponen ellos.[/fresh_alert]
Nosotros dejamos la cantidad que pedían por persona , los 7 . Cuando uno realiza una donación ,es eso, no una imposición.
El monasterio, tiene varias zonas una en la parte mas alta y otra en la inferior. En ambas hay estancias para los viajeros , pero estando divididos, permite que no se junten muchos grupos en cada uno de ellos y así conservar el ambiente tranquilo y espiritual.

Nuestras camas
Dispone de un pozo , con agua potable y un par de paredes tapadas, donde poder ducharse con cubos, lo que después de todo el día andando y llenos de barro es un alivio.
Después de una buena ducha, nos reunimos todo el grupo con Mug Zan , listos para cenar, mientras nos contaba historias sobre Birmania.
Al acabar la cena , nos llevo al interior del monasterio, y en el mas profundo silencio , nos enseñó a meditar durante 20 minutos.
Esta , fue una de las experiencias mas impresionantes, para todos nosotros, excepto para Patricio , que cayó enfermo.
Tras ese tiempo meditando e intentando no pensar en nada, nos acostamos, esperando las oraciones de los jóvenes monjes , que nos despertarían a las 5 AM.
Así concluía la segunda jornada del trekking Kalaw Lago Inle.
Si nos permites el comentario amigo Bleid, no estaría de más indicar en el título que esta parte del mundo se engloba en Birmania 🙂
Un abrazo
Vietnamitas en Madrid
Foro Vietnam
Preciosas fotos Bleid y buen relato birmano.
Es cierto eso que dices de que la vida allí es dura y requiere esfuerzos cada día. Yo cuando viajo a este tipo de sitios me quedo con la sonrisa de la gente, que parece que, por lo que indicas, también abunda allí.
Abrazos.
HOla chicos
toda sugerencia es buena lo que ocurre es que no cabe mas en el titulo y si no se vera muy cargado
abrazos
Hola Antonio
la verdad es que lo de la sonrisa en Birmania abunda a todas horas
un pais genial
abrazos