
Trekking de Kalaw al Lago Inle Llegada al Lago
Después de pasar una de las noches mas silenciosas y placenteras de nuestra vida en el monasterio donde nos alojamos , la segunda jornada del Trekking de Kalaw al Lago Inle, el descanso se vio truncado.
Todavía de noche, 5 Am y un fuerte sonido nos iba despertando a todos.

Jóvenes monjes en los alrededores del monasterio al amanecer
El rezo y oraciones de los jóvenes monjes, empezaba a esa hora y el estruendo de sus cánticos , hacía imposible seguir durmiendo.
Además, daba igual, era genial poder despertarse con esa melodía repetitiva, pero que nos mostraba de nuevo, que estábamos en Birmania, viviendo un viaje alucinante en un país aun por descubrir y es que hay mucho que ver en Myanmar.
Nos levantamos de nuestros colchones y poco a poco , fuimos acercándonos a la sala principal del monasterio donde estaban los monjes.
Apenas se veía nada, aun noche profunda y toda la sala a oscuras, solo atisbábamos alguna silueta gracias a un par de velas que ejercían de ofrendas.
Durante una hora mas o menos , no pararon de recitar esas armoniosas y tranquilizadoras melodías , que nos catapultarían hasta el amanecer de la tercera jornada de trekking.
Poco a poco fuimos recogiendo nuestras cosas , ya con luz, pues la claridad del día penetraba por todas las ventanas del recinto.
Una vez todo listo , nos tomamos el que en teoría era nuestro ultimo desayuno juntos, aun sin saber , que nuestro viaje grupal , se alargaría ,tras el trekking unos cuantos días mas.

Desayuno equilibrado, trekking de Kalaw al lago inle
Este ultimo desayuno estaba compuesto por una especie de creps autóctonos, fruta, banana frita , mantequilla y unos sobres de café para mezclar con agua.
Con energía renovada , proseguimos el camino que ya nos dejaría en el impresionante Lago Inle.
El recorrido de ese tercer día , sería de unas 6 horas por una zona diferente , llena de rocas y tierra marrón , pero con el mismo entorno rural.

Niño con su madre cerca del río
Nos cruzamos con decenas de campesinos , trabajando en el campo , la mayoría de ellos mujeres, acompañadas por sus hijos.

Bella mujer birmana
Al ir atravesando aldeas , los atuendos , especialmente los pañuelos, cambiaban , según la etnia a la que pertenecían, dejando a la vista, la riqueza cultural del país.
Entusiasmados por nuestra presencia, los birmanos , son muy afables y les encanta que les saquen fotografías.

Anciana fumando
Los arrozales , dejaron paso a una zona con algunos arboles y piedras calizas, que nos acompañaban por un camino de arena rojiza.

Paisaje peculiar
Quedaba poco para llegar a la aldea donde nos esperaba la barca con la que atravesaríamos el Lago inle y el vaivén de locales cada vez era mayor.
Otra vez varios grupos de mujeres, cargadas con sacos, cestas etc… , se cruzaron con nosotros, portando mucho peso, pero sin perder la sonrisa,

Mujeres cargando sacos
Las cestas llenas de frutas, leña, etc... agarradas por una cuerda a la cabeza, dan señas de la realidad birmana y de la dureza de la vida en el campo.
Las puntas de las estupas, nos señalaban la aldea donde pararíamos a comer y tomaríamos la barca para cruzar el Lago Inle, era la aldea de Indein.

Estupas de Indein
Este grupo de estupas de los mas grandes de la zona , son muy antiguos y el orgullo de la aldea de Indein.
Muchas travesías y excursiones por el Lago Inle , tienen parada en este poblado para admirar estos cientos de estupas .
Además , en Indein , suele haber un mercado por las mañanas, donde se pueden ver productos de la tierra, como frutas , verduras, artesanía , aunque la visita de turistas no ha pasado desapercibida y también se comercia con algún que otro souvenir.
Tras comer, fuimos hacia el embarcadero donde tomamos la barca que nos cruzaría el el lago , hasta la localidad de Nyaungshwe , donde finalizaría la excursión y empezaríamos a buscar alojamiento para pasar unos días en el Lago.

Embarcación navegando por el Lago Inle
El trayecto en barca , fue una odisea, pues nos llovió torrencialmente durante mas de una hora , poniendo en peligro nuestras cámaras de fotos.
El paisaje era espectacular , pero no pudimos disfrutarlo como se merecía , hasta el día siguiente.
Llegamos a Nyangshwe, donde nuestro gran amigo y guía Mug San , se despediría de nosotros , sin saber lo mucho que lo recordaríamos y lo genial que fue conocerlo.

Mug San, mucho mas que un guía
Así terminó , nuestra aventura de 3 días de trekking de Kalaw al Lago Inle.
Un trekking que nos enseño parte de la Birmania mas autóctona y nos dio la oportunidad de conocer a gente maravillosa a la que jamás olvidaremos
Esta entrada es también parte de Mug San, Patricio, Quinn, Valentina, Kike, Nuria y Vane.
Hola Diego, siempre hay que llevar una bolsa de plástico para guardar la cámara en caso de necesidad.
Pero seguro que no olvidáis el viaje en la barca.
Un abrazo
Nunca Abi
siempre lo recordaremos por lo mal que lo pasamos , pero por lo mucho que nos reimos despues
abrazos
Diego, qué fotos más bonitas. Gran entrada y bonito lugar para perderse.
Un saludo.