Una aventura musical

Moverse por Camboya puede resultar una odisea en muchos momentos, especialmente durante la estación lluviosa, ya que muchas carreteras se vuelven intransitables.

Además , muchas de las vías principales están todavía sin asfaltar o muy deterioradas, lo que hace, que los pinchazos estén al orden del día y la duración de los viajes se multiplique.

A pesar de la precariedad de infraestructuras y de que muchos de los autobuses son verdaderas reliquias, todo funciona bastante bien y los problemas que puedan surgir se resuelven aunque no todo lo rápido que un occidental desearía.

En los autobuses se puede subir cualquier cosa, sacos de café o arena, bicicletas, motos, animales , todo tiene su sitio y su espacio, pero curiosamente no puedes moverte del asiento aunque el bus este vació y debes mantenerte en tu asiento que por cierto esta numerado…

Una constante en los viajes por carretera y que por lo visto causa furor entre la población Khmer, es la emisión en la televisión del vehículo de vídeos de Karaoke, constantemente.

Al principio es gracioso y curioso, pero cuando vas haciendo viajes y los días van pasando y pasas muchas horas dentro de estas reliquias con ruedas y el sueño acecha, resultan insoportables….

Nosotros los sufrimos a menudo durante nuestra estancia y al final aprendimos a convivir con ellos aunque debo reconocer que llegamos a odiarlos…