El turismo experiencial: otra manera de viajar
En los últimos años se ha puesto de moda un nuevo tipo de turismo, el turismo experiencial o vivencial, donde lo importante no es conocer nuevos destinos para disfrutar de toda su oferta cultural y turística, sino vivir emocionantes experiencias que luego podrás recordar durante toda la vida.
Porque así como es fácil olvidar esa plaza, templo o museo que visitamos en nuestros viajes, el cerebro goza de muy buena memoria en lo que a conservar vivencias se refiere. Y es ahí donde el turismo experiencial entra en juego, porque nos permite poner a prueba nuestras emociones y dejarnos llevar por ellas a través de la convivencia con gente local, la práctica de alguna profesión de la zona o participación en una costumbre típica o rito que no suele ser conocida por los turistas. Es decir, convertir unas vacaciones normales en toda una aventura.
El turista experiencial busca esa conexión emocional durante todo el viaje, desde el alojamiento a las actividades o visitas en su destino, hasta la comida o el transporte durante su estancia. Un viaje a través de todos los sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto y cargado de sorpresas que vaya un paso más allá del turismo convencional.
- Lista de deseos del turista experiencial: autenticidad, empatía e inspiración
Una de las premisas de cualquier turista experiencial es vivir experiencia auténticas, donde pueda conectar con las personas del lugar e interactuar con ellas. Hasta el punto de que muchos de ellos ya no hablan de las cosas que han visto en su viaje sino de las personas que han conocido o las cosas que han hecho y que no están en las guías turísticas tradicionales.
Además, dentro de la lista de deseos de este tipo de turistas encontramos la empatía, esa capacidad humana que nos permite percibir, compartir y comprender lo que otro ser puede sentir. Una conexión emocional que no se extinga con el paso del tiempo, sino que perdure tras el viaje.
Otro de los objetivos de estos viajeros emocionales es la búsqueda de inspiración. En cada destino buscan nuevas experiencias, costumbres o actividades que les ayuden a salir de su rutina cotidiana y les abran una nueva perspectiva vital. Experiencias inspiradoras que les enseñen algo sobre sí mismos.
- Vive una pasión española
Porque no es lo mismo visitar un destino que sentirlo, existen programas como “Español y pasión”, con los que además de hacer turismo y aprender la lengua y cultura españolas podrás profundizar en los temas que más te apasionan: la enología, los barrios de Madrid, el cine de Pedro Almodóvar, el flamenco, los museos y el arte o la gastronomía.
Si estás interesado en aprender español o cualquier otro idioma en Madrid no dudes en echar un ojo a los cursos que ofrece .TANDEM Madrid Con ellos no solo podrás realizar una inmersión completa en el español, sino que además vivirás una auténtica experiencia turística vivencial y te integrarás en la forma de vivir de madrileñas y madrileños.
- Descubriendo los sabores y la auténtica vida francesa
Muchos turistas experienciales apuestan cada vez más por unas vacaciones lingüísticas, es decir, programas donde mientras conocen la ciudad y se relacionan con la gente de la zona aprenden el idioma para poder comunicarse con ellos y tener una experiencia más completa.
Así, en vez de recurrir a guías locales, apuestan por una escuela de idiomas donde además de cursos de francés participan en actividades culturales específicamente pensadas para que los estudiantes tengan una visión 360º de la lengua y cultura locales. Por ejemplo, si quieres aprender francés, Montpellier es un buen destino desde el que comenzar, con programas de inmersión lingüística que se complementan con talleres temáticos: degustaciones de productos locales tan reconocidos internacionalmente como los quesos franceses, bailes occitanos, recorridos enológicos, partidas de petanca… Vivez la vie en rose !