Iglesia de San Lorenzo , una iglesia real
Turin , es una de las ciudades con mas atractivos históricos y arquitectónicos de Italia , aun siendo una de las grandes desconocidas por muchos viajeros que se dejan «caer» por otras localidades de fama mundial como Roma , Venecia , Pisa o Milan.
Torino , es una ciudad llena de historia y su ubicación a los pies de Los Alpes , le dan un toque de distinción único , que unido a su impresionante legado cultural no decepciona.
Una de las zonas mas importantes de la capital del Piamonte lo hallamos en su centro neurálgico , localizado en la famosísima plaza del Castillo.
En esta plaza además del antiguo Castillo , el Palacio Real y el Palacio Madama , hallamos un pequeña iglesia , repleta de historia y muy querida por los locales.
La Iglesia de San Lorenzo (Real Chiesa di San Lorenzo) goza de enorme estima y valor para Turin y tiene una curiosa historia tras ella.
Dedicada a San Lorenzo en honor a la victoria de Manuel Filiberto el día 10 de agosto de 1557 (día de San Lorenzo) perteneciente a la casa Saboya , quien prometió construir una iglesia en honor a este San Lorenzo si se erigían vencedores en la batalla de San Quintín.
La promesa se cumplió a medias pues no se construyó ninguna nueva iglesia pero «canonizaron» una pequeña iglesia situada en la Plaza del Castillo y se la dedicaron a este famoso santo , convirtiendo este lugar de culto en la Iglesia de San Lorenzo.
Al estar «bautizada» por los Saboya , es decir , la casa real , se le puso el sobrenombre de Real Iglesia de San Lorenzo.
Este precioso lugar , de estilo barroco , atrae a miles de fieles todas las semanas , pero también a otro puñado de turistas y viajeros que no quieren perderse detalle de esta maravilla.
De entre las curiosidades destaca su cúpula y el hecho de no tener fachada por lo que resulta difícil toparnos con ella , tan solo visible en una pequeña puerta.
El interior de la Iglesia de San Lorenzo , no decepciona y sus detalles artísticos , algunos de ellos elaborados por el genial Guarino Guarini la catapultan a uno de los imprescindibles de Turin.
Visitar esta pequeña iglesia es acercarnos a la historia de la ciudad y de los Saboya y seguir de cerca la huella que estos dejaron en Turin.