Stop en el tiempo

Kagurazaka es uno de esos barrios, que a pesar de estar en una ciudad asediada por la modernidad como Tokio, todavía conserva ese toque tradicional que hace que se diferencie del resto de distritos.

Mas propio de Kioto que de Tokio, Kagurazaka es un «recuerdo» que aun perdura en la mente de muchos japoneses , especialmente los mas mayores, que recuerdan tiempos pasados en los que las Geikos (Geishas) paseaban habitualmente por la zona.

Bajando por Kagurazaka

Bajando por Kagurazaka

Las calles llenas de tiendas, muchas de ellas artesanales adoptan en muchos puntos un aspecto laberíntico, dominado por callejones estrechos y entrelazados.

Encontramos en la zona varios templos que merecen la pena visitar como el Akagi-Jinja . La calle principal se coge justo al salir de la parada de metro y es un punto ideal para comenzar el paseo por el barrio e ir disfrutando de un ambiente mas propio de un pueblo mientras bajamos la calle.

 

Tiendas de flores, de objetos de madera, pastelerías y posiblemente los mejores restaurantes de comida típica japonesa (Ryotei) en los que los platos dan vueltas en circulo mientras los cocineros tasan su precio…

Santuario en el barrio

Santuario en el barrio

Por todas estas cosas y mucho mas merece la pena hacer una escapada a Kaguraka, que seguro no os dejara indiferentes…

Como llegar

La mejor manera de llegar a Kaguraka es en metro. la linea azul tiene una parada con el mismo nombre de este distrito, por lo que no tendréis problemas para encontrarlo.

En la guia Lonely planet, nos muestran un circuito a pie por la zona que puede resultar interesante para aquellos que prefiráis ir con el trayecto controlado