A la última
Los monjes en toda la zona del sudeste asiático le dan a esta parte de Asia un aspecto mas tradicional y exótico.
Sus vestidos Naranjas o rojos según el país, nos transportan definitivamente al lugar en el que estamos. Sus vestimentas , oraciones y su búsqueda diaria de ofrendas en forma de comida cedida por los fieles nos muestran la parte mas «autentica» y devota de la religión.
Pero la era moderna no solo se vive en países mas desarrollados y la tecnología inunda todos los continentes y muchos monjes (por no decir la mayoría) poseen teléfono móvil y están tan enganchados a el, como la mayoría de jóvenes occidentales.
Con esto no quiero decir que sea un engaño o que no sean auténticos ,pero si que hay que saber que no están ajenos a lo que ocurre en el mundo ni en lo mas actual.
En la parada de Tren de la estación de Ayutthaya en Tailandia pudimos observar durante la espera de nuestro tren rumbo a Bangkok, a este monje mientras hablaba con el móvil varios minutos y poco después tabaco y papelillo en mano se lió un cigarrillo que se fumó gustosamente, en su particular smoking área.
Es una de esas imágenes curiosas que uno se trae de los viajes y ciertamente nos resultó muy gracioso ver como hasta los monjes tienen vicios y caen en la tentación de las nuevas tecnologías.
Hola Diego, desde luego nadie que tenga un minino contacto con el mundo que conocemos puede ser ajeno a las nuevas tecnologías y además es que enganchan y si no que nos lo digan a nosotros, jejejeje.
Pero estas cosas curiosas son las que se quedan en la retina e incluso en la cámara de fotos como es el caso.
Un abrazo
Ya ves, no se puede evitar sucumbir a los adelantos de la técnica ni al cigarrito… «Dios también está entre las cacerolas», decía Santa Teresa de Jesús.
Un cordial saludo.
desde luego Abi aqui estamos todos abducidos por los nuevos iventos que llegar y los monjes no son una excepcion
un abrazo
lo del cigarrito es algo en lo que todas las sociedades han caido Alfonso y los monjes no han escapado de este vicio
un abrazo
Muy buenas!! A nosotros también nos chocaron escenas de este tipo. Ahora bien, aunque el de la foto no creo que sea el caso (por la edad), hay que recordar que todavía hoy sigue siendo muy frecuente que los hombres pasen una temporada, de semanas a pocos meses, como monjes. Y claro, a estos «monjes», no se les puede pedir lo mismo… 😀
Saludos!
Roberto