Rusia , perdidos en el gigante

Rusia comienza, poco a poco, a expandir su oferta turística más allá de su mercado internoy empiezan a aparecer ofertas enfocadas al mercado europeo que van más allá de las típicas visitas a Moscú y San Petersburgo (también muy recomendables, por otra parte).

Si buscamos algo diferente, la diversidad, tanto cultural como paisajística, que ofrece la vasta extensión del territorio ruso puede ofrecernos viajes inolvidables, repletos de momentos únicos para compartir y con los que asombrar a amigos y conocidos.

Para encontrar el sentido a los contrastes de la cultura rusa es recomendable perderse por aquellos caminos menos transitados; empezamos este singular recorrido por el proclamado como “Pueblo más bello de Rusia” en 2016, aunque parece que esta etiqueta esté empezando a cansar a sus habitantes…

Uno de los pueblos mas bellos de Rusia

Y es que en Kinerma, un pequeño pueblo cuya fundación data del siglo XVI, los vecinos han solicitado a las autoridades que retiren las señales con el nombre del pueblo para evitar una afluencia de turistas que les empieza a resultar excesiva (aunque muy lejos de poder considerarse masificada para los estándares occidentales).

Entre sus atractivos cuenta con un complejo representativo de la arquitectura tradicional en madera, que incluye una hermosa capilla rural en Smolensk, datada en la segunda mitad del siglo XVIII, rodeada de casas rurales y saunas exteriores.

Pese a lo que pudiera parecer vista su solicitud, sus habitantes son muy hospitalarios, y el visitante no tardará en encontrarse aprendiendo a hacer sus muñecas tradicionales o a cocinar “kalitki” (un postre local).

Iglesias de Rusia

Iglesias de Rusia

Continuamos nuestra huida de las grandes urbes con una parada en la región de Yaroslavl, para encontrarnos con uno de los secretos mejor guardados de Rusia: Vyatskow.

A 300 kilómetros de Moscú se alza esta localidad, que cuenta con apenas 500 habitantes, pero que, tras una transformación espectacular en 2007, debida a la llegada de inversión privada, recibe cerca de 100.000 turistas cada año en busca de las bondades de un complejo cultural e histórico dotado de diez museos, un restaurante, tres hoteles, un cine, una sala de conciertos y diversos puntos de información turística.

La restauración y revitalización de sus numerosas construcciones de piedra, que aparecen con una frecuencia anómala en un pueblo de estas dimensiones, ha dado trabajo a casi la mitad de la población. Gastronomía, paisaje y arquitectura suponen los principales activos de Vyatskow.

Pasamos de la tradición a la modernidad con Sochi y su complejo turístico junto al mar. Nada mejor para entender la diversidad de Rusia que una visita a las preciosas aguas y exuberante vegetación de Sochi.

Esta región aparece en los registros ya en el siglo VI, cuando formaba parte del Reino de Egrisi, pero adquirió su carácter de destino vacacional muchos años después.

Tras su nombramiento como sede de los XXII Juegos Olímpicos de Invierno, y la consiguiente mejora en infraestructuras, volvió a dispararse su popularidad, y en la actualidad acoge eventos de primer nivel internacional, como el torneo de póker más multitudinario de la región, el PokerStars Championship Sochi, que congregó a alguno de los mejores jugadores del mundo en una lucha por premios millonarios.

No podríamos escribir un artículo sobre espacios peculiares de la Federación Rusa y obviar a Kazán, la octava ciudad más poblada de Rusia, con más de 1,57 millones de habitantes.

Kazan Rusia

En esta ciudad, asentada a las orillas del Volga, confluyen las culturas tártara y rusa. En sus barrios conviven en armonía las mezquitas con las iglesias, un ejemplo de integración y normalidad, pero su skyline aparece dominado por la gran atracción de la ciudad, que no es otra que el Kremlin de Kazán, considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2000.

Y para terminar, nos dejamos atrapar por la “villa artística” de Nikola-Lenivets, en la región de Kaluga, a apenas 200 kilómetros de Moscú.

Fue completamente abandonada en los 90, pero resucitó con el festival Archstoyanie de Nikolay Polissky; siguiendo unos preceptos no muy distantes a los de Chillida, complementan la belleza del paisaje local con instalaciones artísticas de land-art, que buscan introducir un componente surrealista en espacios como bosques, campos de cultivo, ríos, etc.

Sochi , Rusia

Sochi , Rusia

El visitante podrá alojarse en hoteles-cápsula y disfrutar de las más de 100 obras que rodean sus alrededores; esta vez sin cobertura móvil, eso sí.

Nos hemos quedado con cinco ejemplos de espacios que nos remiten a una Rusia diferente a la que acostumbramos a ver en a través de las pantallas.

Como siempre, la mejor forma de conocer una cultura es vivirla y cualquiera de estos cinco destinos ofrecerá al afortunado visitante un retazo de la historia y tradición de un pueblo tan cercano en lo geográfico como lejano en lo cultural.