Como todos sabéis , Volandovoy es una pagina dedicada a viajes y experiencias por diferentes países pero esta vez quiero mostraros otro tipo de viaje .

Con 88 años de edad, el día 30 de diciembre de 2011 ha fallecido mi abuela Martina. El dolor de toda la familia  es inmenso por la perdida de una persona única e irrepetible.

Siempre se dice lo mismo cuando alguien nos deja, pero en esta ocasión os puedo asegurar y quienes la han conocido  saben que era inigualable, genial.

Una mujer fuerte anticipada a su época , con una vida nada fácil y en muchas ocasiones cuesta arriba, a la que supo enfrentarse y aguantar los varapalos que le fue dando y superando incluso la muerte de su tan amado Pepe , mi abuelo.

Hace ya mas de veinte años de la muerte de mi abuelo y desde ayer vuelven a estar juntos, o al menos eso quiero creer, que por fin se reencontrarán y podrán ponerse al día de tantas y tantas cosas que tendrán que contarse.

Pero para nada me consuela y ahora mismo con lágrimas en los ojos y una gran tristeza que me recorre el cuerpo solo puedo decir  que no quiero que se vaya. Debo ser egoísta pero quiero que mi yaya se quede conmigo, con nosotros.

Durante mi edad no recuerdo ningún evento importante tanto bueno como malo en el que ella no estuviera o bien haciéndonos reír o dándonos su apoyo. Siempre estaba presente.

Ahora que ya no la tengo recuerdo alguna cosa de la que me arrepiento, algún enfado , reproche o simplemente no haberle dicho que la quería como la quiero aunque seguro que ella lo sabe.

Son muchas las cosas que me cuestiono ahora y da las que me arrepiento pero especialmente de no haber pasado mas tiempo con ella.

A pesar de todo, tuvo una vida con buena salud y hasta este ultimo mes y medio simplemente padeció cositas propias de su edad. En este ultimo mes nos asusto con un problema de corazón del que se estaba recuperando a pasos agigantados , pero al final su corazón dijo basta.

Falleció con mis padres, en sus brazos , sin dolor , quizás de la manera que todos desearíamos dejar este mundo pero no se porque , esto no me alivia.

Era especial y por eso el dolor es mayor encima acentuado por estas fechas tan entrañables , que ya jamás volverán a ser las mismas, pues sin ella nada será igual.

La vida sigue y el tiempo todo lo cura, pero mi vida tiene un vacío enorme ,que nadie podrá llenar, pues mi abuela era parte de mi y ya no está.

Ahora los recuerdos se me aparecen incesantes en la cabeza y la pena se ha apoderado de toda mi familia, que va a pasar unas Navidades difíciles, pues parte de nosotros se ha ido.

Abuela, te echare muchísimo de menos y te recordaré siempre y nunca olvidaré todas las cosas que pudimos vivir juntos.

No me gusta hacer público nada de esto , porque el dolor es personal , pero ella se merece que todo el mundo sepa lo grande que era y lo importante que ha sido para todos los que hemos formado parte de su vida.

Por eso «Gonci» , solo puedo decirte que:

Te quiero y siempre estarás conmigo.